En un futuro cercano, la tecnología está integrada en el día a día, los robots caminan, hablan y se conectan digitalmente, convirtiéndose en los nuevos mejores amigos de los niños. Un día ese patrón se rompe cuando un niño, cuya
familia no puede costearse un robot nuevo, se encuentra con un robot dañado con solo un 5% de funcionalidad.