La película se sitúa en 1945 en la isla de Ambon (Indonesia). Segunda
Guerra Mundial acaba de terminar y el capitán Cooper (Bryan Brown, 'Niño de Cathy', 'Gorilas en la niebla') tiene la tarea de juzgar los excesos de los militares japoneses, acusados de torturar y matar a cientos de tropas australianas en Ambon.