Enriqueta Martí pasó a la historia como 'la vampira de Barcelona' cuando se difundió en los medios que era la responsable de múltiples raptos y asesinatos de niños con los que creaba ungüentos. En verdad, Enriqueta era una prostituta que deseaba ser madre más que nada en la vida y fue culpable del secuestro de Teresina Guitart, una niña de una
familia adinerada de Barcelona.